Formas de evitar un desahucio
El desahucio es la acción legal por la que se expulsa a una persona de su vivienda como consecuencia de un impago.
A raíz de la crisis española, muchas familias sufrieron despidos y se vieron imposibilitadas para hacer frente al pago de sus deudas con el Banco por lo que las acciones de desahucio se vieron incrementadas considerablemente.
En este contexto, el procedimiento de ejecución hipotecaria es garantista para el acreedor hipotecario. Sin embargo, se promulgaron dos nuevas normativas para proteger a ciertos colectivos afectados aunque no son aplicables para la mayoría de familias que se han visto perjudicadas.
Así, es importante tener en cuenta la Ley 1/2013, de 14 de mayo, de medidas para reforzar la protección de los deudores hipotecarios, reestructuración de deuda y alquiler social, así como el Real Decreto Ley 1/2015, de 27 de febrero, de mecanismo de segunda oportunidad, reducción de carga financiera y otras medidas de orden social.
Por otro lado, a través del Código de Buenas Prácticas de 2017, al que pueden someterse de forma voluntaria las entidades financieras, es posible evitar el desahucio a través de diferentes mecanismos.
En este sentido, se ha flexibilizado la deuda hipotecaria por parte de la mayoría de los Bancos para aquellas familias con todos sus miembros en el paro, para las que el pago de las cuotas hipotecarias supere el 60% del conjunto de sus ingresos y aquellas en las que la hipotecada sea sobre su única residencia, no superando ésta los 120.000 euros en pequeñas poblaciones o los 200.000 en grandes ciudades.
Así, ciertos colectivos consiguen un plan de refinanciación antes de que se inicie la ejecución hipotecaria. Pero además, en la práctica, es bastante usual conseguir acuerdos de reestructuración de deuda a pesar de no cumplir esos requisitos.
Consecuentemente, se puede lograr un periodo de carencia de 4 años sobre el pago del capital, la reducción del tipo de interés al Euribor + 0,25 puntos porcentuales y la ampliación del plazo de amortización hasta 40 años.
Asimismo, en ciertas ocasiones, es posible ofrecer una quita a través de la reestructuración de la deuda e incluso aceptar la dación en pago para saldar la deuda con la entrega de la vivienda. Además, en ciertos casos se permite que la familia siga residiendo en su vivienda bajo un alquiler social durante 2 años.
Por otro lado, para aquellos afectados que no cumplan los requisitos del Código de Buenas Prácticas, existe la posibilidad de paralizar el desahucio durante 24 meses para familias numerosas, monoparentales con hijos, parados sin prestación o discapacitados, siempre que cobren menos de 19.200 euros anuales y cuya cuota hipotecaria suponga el 50% de sus ingresos.
En este sentido, es muy importante llevar a cabo una buena negociación extrajudicial con el Banco para tratar el problema a tiempo ya que, en determinados casos, se dan planes de renegociación de la deuda que incluyen aplazamientos, daciones en pago, modificación de las condiciones o conversión del contrato en alquileres sociales.
Además, una vez ya presentada la demanda de ejecución hipotecaria, es posible negociar con el Banco a lo largo de todo el procedimiento, tema que ya tratamos en nuestro artículo: Aspectos a observar cuando se tiene la posición de demandado en una ejecución hipotecaria.
Asimismo, recordemos que en la mayoría de los casos existen varias cláusulas abusivas en el contrato que es posible alegar como motivo de oposición a la ejecución, logrando de este manera suspender el procedimiento e incluso sobreseer el mismo para darlo por finalizado.
En Creditaria Estudio Legal, estamos especializados en acuerdos de reestructuración de deuda favorables para el consumidor así como en la defensa del ejecutado en este tipo de procedimientos. ¡Contacta con nosotros para garantizar el éxito!