Inteligencia Artificial ¿Enemigo o aliado? ¿Cómo se está regulando?
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? Se preguntaba Philip K. Dick en 1968 en el título de su novela que dio lugar a la película Blade Runner de 1982. Ahora en 2023 nos preguntamos qué es la Inteligencia Artificial y cómo ha llegado a estar en el centro del debate mundial. Veamos más a continuación.
Definición
La Inteligencia Artificial (IA), en el contexto de las ciencias de la computación, es una disciplina y un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos cuyo propósito es la creación de máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilan información.
La IA no tiene como finalidad reemplazar a los humanos, sino mejorar significativamente las capacidades y contribuciones de estos. Abarca una gran variedad de campos ayudando a sintetizar y automatizar gran cantidad de información (big data). Por lo tanto, es potencialmente relevante para cualquier ámbito de las actividades intelectuales humanas. Transporte, educación, sanidad o cultura, ningún sector se resiste ya a su influencia.
Beneficios
La gran importancia de la IA radica en el hecho de que tiene una amplia gama de aplicaciones, desde la automatización de tareas tediosas hasta la creación de sistemas avanzados de asistencia médica y diagnóstico de enfermedades, la detección de fraudes y la optimización de procesos empresariales.
En muchos casos, la IA puede hacer cosas que los humanos no pueden hacer, como el procesamiento de datos en grandes cantidades y la localización de patrones e interrelaciones entre estos que serían difíciles o imposibles de detectar de otra manera. Algunos ejemplos cotidianos son Google, Alexa, Siri, Netflix, YouTube, ChatGPT o Tesla.
Riesgos
Las principales críticas a la IA tienen que ver con su capacidad de imitar por completo a un ser humano. Además, aún hay una gran falta de claridad en el entendimiento alrededor de la propia IA. Los desarrollos tecnológicos avanzan a paso rápido, aumentando su complejidad en políticas, legalidades y problemas éticos que merecen de atención y regulación global. Los principales peligros de la IA son:
- Riesgo de automatización masiva de empleos: existe la preocupación de que los robots y los algoritmos reemplacen a los trabajadores humanos en una amplia gama de industrias. (Yo, robot)
- Sesgos y discriminación algorítmica: esto puede conducir a decisiones discriminatorias en áreas críticas como la contratación, el acceso a crédito o el sistema de justicia. (Minority Report)
- Pérdida de control y autonomía: los sistemas de IA pueden tomar decisiones de manera independiente, sin una supervisión o comprensión completa por parte de los humanos. (Matrix)
- Riesgo existencial y superinteligencia: la idea es qué si logramos crear una IA con una inteligencia superior a la humana, podría volverse autónoma y superar nuestra comprensión y capacidad de control. (Terminator)
Regulación Europea
El incremento de protagonismo de la IA en el día a día de las personas ha provocado que la Unión Europea haya aprobado ya la primera ley integral sobre IA del mundo, la Ley de Inteligencia Artificial.
Como parte de su estrategia digital, la UE quiere garantizar mejores condiciones de desarrollo y uso de esta tecnología innovadora. La prioridad del Parlamento es garantizar que los sistemas de IA utilizados en la UE sean seguros, transparentes, trazables, no discriminatorios y respetuosos con el medio ambiente.
Se establece que los sistemas de IA deben ser supervisados por personas, en lugar de por la automatización, para evitar resultados perjudiciales. La nueva normativa regula obligaciones para proveedores y usuarios en función del nivel de riesgo de la IA: riesgo inaceptable, alto riesgo, riesgo limitado o mínimo.
Resumen
Hemos visto como la adopción de sistemas de IA tienen un gran potencial para aportar valiosos beneficios sociales y crecimiento económico, así como mejorar la innovación y la competitividad global.
Pero al mismo tiempo, las características específicas de algunos de estos sistemas de IA suscitan creciente inquietud, especialmente en lo que se refiere a la seguridad y la protección de los derechos fundamentales de los ciudadanos.
Así, el futuro de la IA tiene dos caras, un potencial inmenso para ayudarnos, mientras nos plantea retos éticos que debemos abordar. Desde Creditaria velamos porque su desarrollo sea el más seguro posible para nuestros clientes.
“Un robot no puede dañar a la humanidad o, por inacción, permitir que la humanidad sufra daños”. Isaac Asimov.