Refinanciar una hipoteca consiste en la cancelación de una hipoteca vigente para suscribir una nueva. Tendrá unas condiciones más adecuadas a nuestras circunstancias.
El objetivo de refinanciar una hipoteca es poder atender a los pagos de las cuotas. Puede resultar conveniente en los casos en los que tengamos dificultades para abonar nuestra deuda con el Banco.
Sin embargo, también es posible refinanciar la hipoteca cuando nuestras circunstancias hayan cambiado y podamos pagar las cuotas con mayor holgura.
Para ello, es necesario llevar a cabo una buena negociación con la entidad. Con esta negociación mejoraremos las condiciones de acuerdo con nuestra situación personal.
Métodos para refinanciar una hipoteca
Existen diferentes modos de refinanciar una hipoteca pero los más habituales son los siguientes:
1. Reducción del tipo de interés
Se basa en la modificación del tipo de interés para lograr pagar menos cantidad en la cuota mensual mediante la disminución de los intereses abonados.
Suele ser conveniente cuando la hipoteca es antigua y se estableció un tipo de interés fijo. Con la modificación del tipo podremos actualizarla al tipo de mercado y así beneficiarnos, en su caso, de una mejora.
2. Modificación del plazo de amortización
Se trata de una solución por medio de la cual la duración del préstamo se reduce o se alarga, por lo que pagaremos las cuotas durante más o menos tiempo, en función de cada caso.
Así, refinanciar la hipoteca mediante el aumento del plazo permitirá una reducción de las cuotas. Esto puede ser aconsejable para atender los pagos.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que realmente vamos a acabar pagando más dinero ya que al aumentar el número de años la cuantía de intereses totales abonados se verá incrementada. Por ello, es un método que hay que analizar bien antes de aceptarlo.
Por otro lado, si nuestras circunstancias personales han mejorado y disponemos de más capital para pagar nuestras cuotas puede ser conveniente disminuir el plazo de amortización. Así, la cuota mensual se incrementará pero conseguiremos una disminución de los intereses abonados.
3. Modificación a un tipo de interés fijo
La refinanciación de una hipoteca para cambiar a una tasa de interés fija podría resultar conveniente cuando el tipo de referencia aplicable (como comúnmente suele ser el Euribor) haya experimentado un incremento respecto al momento de la contratación.
En este sentido, si el Euribor ha variado al alza o se prevé que puede hacerlo, puede ser conveniente modificar nuestra hipoteca a tipo variable por un tipo fijo.
4. Reunificación de deudas
Se trata de un tipo de refinanciación mediante la que, si tenemos varios deudas contraídas, podemos unificarlas para beneficiarnos de un mejor tipo de interés.
Así, las deudas personales, hipotecarias, tarjetas de crédito, etc., se pagarían bajo una misma cuota, viéndose reducida en conjunto.
Pero es importante tener en cuenta que el plazo de amortización no se vea incrementado. En ese caso, volveremos a contar con el supuesto de pagar más intereses como consecuencia del aumento de la duración del préstamo.
En definitiva, la refinanciación de la hipoteca puede ser muy recomendable. Pero hay que analizar cada supuesto en concreto para determinar la mejor solución.