Ser dueño de una propiedad es uno de los logros más significativos en la vida de las personas, no obstante, en ocasiones las circunstancias cambian, comienzan los problemas económicos y la lucha por mantener su hogar comienza.
Entre los temores más grandes de los españoles es enfrentarse al proceso de subasta de su vivienda habitual. En este artículo del blog exploraremos los diversos escenarios para evitar una subasta, te compartiremos estrategias y consejos que seguro te pueden interesar.
Proceso de una ejecución hipotecaria
El primer paso para llegar a la subasta hipotecaria es el impago de las cuotas de la hipoteca por un determinado tiempo. Según la ley LCCI de 2019, se considera moroso un préstamo bancario cuando las mensualidades no abonadas corresponden al 3% del valor de la propiedad, así como si el impago se da durante los primeros 12 meses del préstamo, o al 7% del capital si se produce durante la segunda mitad del préstamo.
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Notificación de incumplimiento y aviso de la ejecución
Una vez que el préstamo se encuentre en mora, el acreedor enviará una notificación de incumplimiento al propietario. La notificación ofrece los detalles del adeudo y el plazo para ponerse al día. Normalmente, se suele utilizar un burofax para comunicar el impago y que si no regulariza su situación el banco interpondrá una demanda en el juzgado.
Si el banco no recibe respuesta y no te pones al día con los pagos, la entidad bancaria puede presentar un aviso de inicio de ejecución hipotecaria ante las autoridades locales.
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Subasta
Si no se logra llegar a un acuerdo, el proceso continuara con la venta y subasta de la vivienda. En este punto la propiedad se vende al postor más alto, pero que por lo general es menor al precio del mercado.
Consejos para evitar la subasta de tu vivienda habitual
Aunque la ejecución hipotecaria es un proceso desalentador y lleno de angustia y estrés, existen medidas que puedes tomar para detenerlo.
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Comunicación con tu acreedor
Si quieres detener la ejecución de tu vivienda lo primero que debes saber es que la comunicación con el banco es muy importante. Infórmale sobre tu situación económica. Es común que las instituciones financieras estén dispuestas a resolver la situación de la mejor manera posible antes que llegar a una subasta.
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Asesoramiento legal financiero
Si el banco se muestra hostil y no sugiere alguna solución, o bien su propuesta no se adapta a tus posibilidades, es momento de consultar con un experto. El experto te podrá ayudar a realizar un plan para reestructurar tus deudas y salir adelante.
Los asesores legales financieros conocen el proceso y podrán decirte cuál es la mejor opción para evitar la subasta. Analizarán tu perfil y determinarán si eres apto para acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad o Dación en Pago.
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Soporte legal
Para los casos más complejos y para aquellos que buscan una solución más rápida y eficaz sin pasar por los pasos anteriores, se recomienda buscar el apoyo de un abogado experto en el tema.
La principal ventaja es que no tendrás que estresarte a causa de la negociación con los bancos, ya que el abogado lo hará por ti, tomará en cuenta tu situación y propondrá las mejores medidas de liquidación de deuda tomando en cuenta tus necesidades y posibilidades.
Contar con el apoyo de un experto es esencial para tu bienestar físico y emocional durante todo el proceso, porque te brinda la seguridad que tanto necesitas. En Creditaria Estudio Legal contamos con expertos en el tema, así como medidas extrajudiciales que se pueden tomar para evitar llegar a un proceso judicial.
Por ejemplo, en caso de que a ninguna de las partes les interese quedarse con el inmueble, podemos venderlo y con el dinero saldar la deuda. Con esta acción se reducen costes operativos que corren por cuenta del deudor en un procedimiento judicial.
Conócenos
Si tienes dudas o quieres contactarnos, déjanos un comentario y uno de nuestros expertos se pondrá en contacto contigo lo antes posible. No esperes más y comienza tu camino hacia la liberación de tus deudas.
"Las palabras pueden ser ventanas o muros." Ruth Bebermeyer.