Aceptar una herencia no siempre significa recibir bienes. Muchas veces, los herederos se encuentran con que el patrimonio incluye hipotecas, préstamos o embargos. En estos casos, es fundamental asesorarse con un abogado especializado en herencias antes de tomar cualquier decisión.
Cuando fallece una persona y deja bienes y deudas, los herederos tienen tres caminos:
Aceptar pura y simplemente la herencia asumes tanto los bienes como las deudas, incluso con tu propio patrimonio.
Renunciar a la herencia no adquieres ni bienes ni deudas. Es una opción habitual cuando las deudas superan el valor de los bienes.
Aceptar a beneficio de inventario fórmula intermedia: solo respondes de las deudas con los bienes de la herencia, nunca con tu patrimonio personal.
El Impuesto de Sucesiones debe presentarse siempre, incluso si renuncias a la herencia.
Si aceptas, las deudas pueden deducirse en la liquidación, reduciendo la base imponible.
Cada Comunidad Autónoma regula sus propias bonificaciones.
La clave está en realizar un análisis previo de:
✔ El valor real de los bienes de la herencia.
✔ El volumen de deudas.
✔ La situación patrimonial y personal de los herederos.
En la práctica, es recomendable contar con un abogado de herencias que estudie el caso y te acompañe en el proceso de aceptación o renuncia.
Si la herencia tiene deudas, no te precipites. Aceptar sin asesoramiento puede suponerte una carga económica grave. Valora siempre la opción de renunciar o de aceptar con beneficio de inventario.
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