La crisis provocada por el COVID-19 no solo tuvo consecuencias sanitarias. Miles de familias vieron peligrar su vivienda habitual por la pérdida de ingresos, ERTEs o cierres de actividad. Ante esta situación, el Gobierno aprobó una moratoria de desahucios y otras medidas urgentes para proteger a los colectivos más vulnerables.
Sin embargo, todavía hoy muchas personas desconocen que pueden acogerse a esta protección o no saben cómo hacerla valer correctamente ante juzgados, bancos o grandes tenedores.
En este artículo te explicamos qué es la moratoria de desahucios, quién puede beneficiarse y qué hacer si te enfrentas a un procedimiento de lanzamiento.
La moratoria de desahucios es una medida excepcional aprobada para suspender los lanzamientos de viviendas habituales cuando el arrendatario o el ocupante se encuentra en situación de vulnerabilidad económica derivada de la crisis del COVID-19.
Su objetivo es claro: evitar que personas y familias queden en situación de exclusión residencial en un contexto de emergencia social.
Esta suspensión afecta principalmente a:
Desahucios por impago de alquiler
Procedimientos de precario u ocupación sin alternativa habitacional
Viviendas propiedad de grandes tenedores o entidades financieras
No todas las situaciones están protegidas automáticamente. La ley exige cumplir determinados requisitos de vulnerabilidad, entre los que destacan:
Se considera vulnerable quien haya sufrido:
Desempleo
ERTE
Reducción de jornada por cuidados
Cese o caída significativa de ingresos como autónomo
Los ingresos de la unidad familiar no deben superar determinados umbrales (habitualmente referenciados al IPREM, con incrementos según número de hijos, personas dependientes o discapacidad).
La moratoria solo protege la vivienda habitual, no segundas residencias ni inmuebles de inversión.
Las medidas se han ido prorrogando mediante distintos reales decretos, ampliando su aplicación en el tiempo. Esto ha generado mucha confusión, ya que no todos los juzgados aplican la suspensión de forma automática.
Por eso es clave solicitar expresamente la suspensión, aportando la documentación correcta y dentro de plazo.
Uno de los errores más habituales es pensar que “ya es tarde” cuando existe una fecha de lanzamiento señalada. No siempre es así.
En muchos casos todavía es posible:
Solicitar la suspensión del lanzamiento
Alegar la situación de vulnerabilidad
Exigir que los servicios sociales emitan informe
Negociar una solución habitacional alternativa
Si no se actúa correctamente, el juzgado puede continuar el procedimiento pese a existir derecho a la moratoria.
Aunque la moratoria está pensada para proteger al ciudadano, su aplicación no es automática ni sencilla. La experiencia demuestra que:
Falta documentación o se presenta fuera de plazo
No se acredita correctamente la vulnerabilidad
El propietario se opone a la suspensión
El juzgado interpreta la norma de forma restrictiva
En estos casos, contar con un abogado especializado en desahucios y derecho inmobiliario marca la diferencia entre perder la vivienda o ganar tiempo y protección legal.
Si has recibido una demanda de desahucio, un aviso judicial o una fecha de lanzamiento, no esperes. Analizar tu situación a tiempo puede permitir:
Frenar el procedimiento
Solicitar la moratoria legal
Evitar el lanzamiento
Defender tus derechos frente a bancos o grandes tenedores
📞 Un asesoramiento temprano es clave para proteger tu vivienda y tu tranquilidad.
Fdo.-