Cuando una familia atraviesa una situación de sobreendeudamiento y no puede seguir pagando la hipoteca, la dación en pago se convierte en una posible salida. Consiste en entregar la vivienda al banco a cambio de cancelar la deuda hipotecaria.
Sin embargo, no siempre es automática ni sencilla, y conviene conocer los requisitos y las consecuencias antes de dar este paso.
La dación en pago hipotecaria es un acuerdo mediante el cual el deudor entrega su vivienda habitual a la entidad financiera, que a cambio extingue la deuda pendiente, incluidos los intereses y costas.
Esto supone que, aunque la casa se pierda, el deudor y su familia pueden empezar de cero sin arrastrar deudas impagables.
La dación en pago está regulada en diferentes normas y suele exigirse que:
La vivienda sea habitual.
No existan otros bienes o ingresos suficientes para hacer frente a la deuda.
El préstamo hipotecario esté vinculado a la vivienda entregada.
La familia se encuentre en situación de vulnerabilidad económica.
Muchas veces, las entidades no la aceptan voluntariamente, por lo que es clave la negociación jurídica especializada.
Cancelación total de la deuda hipotecaria.
Posibilidad de permanecer en la vivienda en régimen de alquiler social (según el banco).
Evitar procedimientos judiciales largos y costosos.
Liberarse de embargos futuros sobre nómina o bienes.
No todas las entidades aceptan la dación.
Puede tener consecuencias fiscales (plusvalía, IRPF).
Es necesario un estudio previo para verificar si realmente es la mejor opción frente a otras salidas, como la Ley de Segunda Oportunidad.
La dación en pago puede ser una herramienta muy útil para salir de una situación límite, pero debe valorarse bien con asesoramiento legal.
En nuestro despacho, hemos ayudado a muchas familias a negociar con los bancos y liberarse de la deuda hipotecaria.
📌 Si estás atrapado en una hipoteca que no puedes pagar, contáctanos y estudiaremos tu caso para que no te quedes sin opciones.